Diferencia entre consultoría y asesoría

Diferencia entre consultoría y asesoría

¿Cuál es la diferencia entre Consultoría y Asesoría?

Consultoría y asesoría son dos conceptos muy arraigados en todo tipo de empresas. Y, aunque se puede cometer el error natural de creer que ambos tipos de servicio ofrecen lo mismo, lo cierto es que son muy distintos. ¿Quieres saber en qué se diferencian consultoría y asesoría?

Al saberlo podrás afinar mucho más la búsqueda de un servicio que responda a las necesidades concretas que tienes para mejorar el rendimiento de tu negocio. ¿Estás preparado?

Qué es una consultoría y sus tipos

Una consultoría es la empresa que ofrece sus servicios profesionales con el objetivo de ayudar a otros negocios a poder superar dificultades o alcanzar sus metas. Su propuesta responde a necesidades concretas y son la forma en la que las empresas que no pueden resolver internamente sus dificultades encuentran una solución efectiva y de garantías.

Estos profesionales externos vuelcan todos sus conocimientos y experiencia con la intención de facilitar a sus clientes que resuelvan sus problemas y puedan continuar adelante. La consultoría le proporcionará a la empresa que lo necesite herramientas que favorezcan la mejora de procesos, metodologías optimizadas con las que trabajar u otros conocimientos.

Pero, para llegar a ello, la consultoría tendrá que, primero, analizar a fondo la empresa, su funcionamiento, su cultura interna y todos los demás componentes relacionados. A partir de ahí se podrá detectar el origen de los problemas y planificar una serie de pasos para ponerle solución.

Los principales tipos de consultoría son los siguientes:

  • Consultoría de negocios: son las que se ocupan de resolver problemas internos de las empresas, normalmente de tipo administrativo. Analizan la situación actual, las posibilidades de resolución del problema y las alternativas más viables de crecimiento. Permiten llevar el negocio a un nivel superior.
  • Consultoría de ventas: se ocupan de mejorar el rendimiento comercial de las empresas comprobando qué funciona y qué no, así como explorando más posibilidades con nuevos productos o servicios.
  • Consultoría de comunicación: actúan desarrollando una estrategia de comunicación externa que ayude al beneficio de la marca, pero también pueden trabajar en la gestión de la comunicación interna entre departamentos.
  • Consultoría de marketing: especialista que ayuda a las empresas a alcanzar nuevos desafíos dando a conocer sus productos y servicios de manera globalizada, como crear un blog. Se exploran oportunidades publicitarias que hagan que el nombre de la marca sea más conocido y respetado.
  • Consultoría financiera: se establece una dinámica que ayude a que la empresa pueda gestionar sus fondos de una manera más adecuada. Es un tipo de consultoría recomendada para negocios que han perdido el control sobre sus cuentas.
  • Consultoría legal: recomendable si se produce algún incidente legal o como forma de prevenir problemas futuros. Sus consultores cuentan con un conocimiento legal muy avanzado que suele estar por encima de los recursos internos que tienen las empresas.

¿Cuáles son los beneficios de contratar una consultoría?

Las consultorías tienen la capacidad de revolucionar el día a día de las empresas con las que comienzan a trabajar, en especial si estos clientes han sufrido algún problema recientemente. Uno de los beneficios de su contratación se encuentra en el cambio de dinámica que aportan a cualquier negocio que cuente con su apoyo. Su frescura y neutralidad favorece a que se pueda producir un giro de efecto que será justamente lo que necesitaba la empresa para salir adelante.

Las consultoras son, por otra parte, entidades independientes que no se tienen que limitar a la política corporativa y que tampoco están obligadas a mantenerse dentro de la línea sobre la que se estuviera trabajando. En realidad, su aportación suele ser opuesta a lo que la empresa estaba haciendo con anterioridad, buscando siempre soluciones innovadoras a los problemas que se estén sufriendo.

Esto lo consiguen mediante su visión global del mercado, estructurada en un análisis objetivo del mismo y en la experiencia que la consultora haya acumulado con el paso de los años. El ver el mercado de una forma externa y conocerlo bien, puesto que siempre es importante contratar servicios lo más especializados que sea posible, ayudará a que incluso las situaciones más complicadas se puedan terminar resolviendo.

No menos importante, las consultorías también aportan otros rasgos a sus clientes en su proceso de reinvención y superación. Por ejemplo, capacidad para modernizar el funcionamiento de la empresa incorporando nuevas herramientas o resolución de conflictos internos entre departamentos.

Diferencias entre consultoría y asesoría

Ahora que ya conoces mejor el significado de consultoría y sus principales características, entenderás mejor cuáles son las diferencias que tiene con una asesoría.

La principal diferencia entre consultoría y asesoría se encuentra en el tipo de servicio que se proporciona. Aunque tanto consultoría como asesoría inciden en algunos factores similares e incluso pueden coincidir en la manera en la que trabajan, los consultores son profesionales a los que se recurre en situaciones concretas. El servicio de una consultoría es de uso esporádico, inmediato y, en muchos de los casos, por motivos de urgencia.

Cuando se recurre a una consultoría es con un tema o problema principal en mente. La consultoría aporta sus especialistas y profesionales de gran experiencia que pueden salir al rescate, con rapidez, de las empresas que lo necesiten. Por ello, lo primero que hacen al ser contratados es un análisis completo del negocio para llegar a la conclusión del lugar donde se encuentra ese problema que ha hecho que sus servicios sean necesarios.

A diferencia de esto, la asesoría es un tipo de servicio al que se recurre para procesos largos que se extienden en el tiempo. De esta forma, por ejemplo, una empresa necesitará a una asesoría para que los acompañe durante los años a medida que van tomando decisiones o realizando cambios en su producto. Otra diferencia se encuentra en que el servicio de la asesoría continúa vinculado al cliente incluso cuando ya se han realizado las modificaciones o implementaciones necesarias. Se mantiene un seguimiento y una supervisión con la cual la empresa siempre tiene el soporte de sus asesores.

Por su lado el servicio de una consultoría es exhaustivo y analiza todos los departamentos hasta tener una idea clara de cuál es la situación por la que está pasando el negocio. Eso ayuda a que se puedan definir una serie de pautas que facilitarán la resolución de los problemas en un breve espacio de tiempo.

Una vez entendido esto, ¿sabes ya si lo que necesitas es una asesoría o consultoría? De igual manera en Afianza Asesores te podemos ayudar con todo lo que necesites, por lo que no dudes en contactar con nosotros.

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